Dama Carcass

Teníamos que contarle de nuestra eroina, Dama Carcass.
Según la leyenda, ella dio su nombre a la ciudad.

Debemos volver al siglo VIII, cuando los Sarazin ocuparon los muros.
La ciudad estaba bajo el yugo de Lord Balak cuando el ejército de Carlomagno vino a montar el sitio.
Era más Pepin Lebref para la historia.
Balak, un nombre que se encontrará más tarde en las Cruzadas en Tierra Santa.

El asedio duró 5 años, según la leyenda y 7 según la historia, y Balac murió allí.
Su esposa, Dame Carcass decidió organizar la defensa, ella era ingeniosa y valiente.
Pero las epidemias sucesivas llevaron a su ejército. No es gran c
osa. Fue vista pasando por encima de una pared disparando una descarga de flechas desde su arco, corriendo de una torre a otra, cambiando su accoutrement para lanzar unas baldosas de ballesta, balanceando algunas piedras a través del parapeto.
Tanto es así que los sitiadores pensaron que la ciudad siempre estaba bien vigilada.
Pero poco a poco se agotaron los recursos, los ejércitos germánicos han asolado las cosechas y saqueado los alrededores, no había muchas disposiciones para mantener el asedio.
En la ciudad la situación es catastrófica, y ya estamos pensando en rendirnos.
Todo lo que queda es un lechón magro y un armiño de trigo.
¡La señora Carcass agarra el pequeño goret, le da el grano y lo envía sobre la pared! La po
blación de la ciudad, que no entiende la estratagema, piensa que sus últimas esperanzas están volando.
Pero cuando Carlomagno ve a este cerdo lleno de granos explotar a sus pies, piensa que la ciudad está llena de provisiones, tanto que los están desperdiciando arrojándolos para burlarse de ellos.
Decide abandonar el campamento.
Lady Carcass viéndolo lejos decidió tocar las campanas de la victoria.
Entonces el teniente de Carlomagno se dirige al emperador y le da palmaditas en el hombr
o – Señor, Dame Carcass Sonne!

¿Entiendes el punzón?
Para la historia ya era Carcaso en la época romana. No fuimos muy lejos.

Pero ese no es el final de la historia…
¿Qué moral se habría sacado de una historia en la que una princesa Sarazine ganaría contra un rey católico?
Girando alrededor de Carlomagno y luego vio a Lady Carcass abrir las puertas de la ciudad, correr a sus pies y postrarse.
Finalmente le ofreció la ciudad y se convirtió.

Cabe señalar que la leyenda nació en el contexto de las guerras de religiones entre protestantes y católicos que incendiaron Francia y sangre.
Como el origen de la escultura que nos recibe en la entrada de la ciudad.
Aunque hoy en día es sólo su copia, el original está en el museo lapidario del Castillo.

Debemos volver a la gira por Francia del rey Carlos IX con Catalina de Medicis, donde hicieron una breve parada por la ciudad de Carcasona.
Era costumbre dar la bienvenida a la llegada de un rey a una ciudad mediante la construcción de una puerta monumental.
Dos estatuas nos han llegado, la estatua de la virgen, la copia de la cual se puede encontrar entre las dos torres de la puerta narbonnaise y la de Lady Carcass.

Mírala, ella es bastante gruesa, pequeña delicadeza en las características de su rostro, en la cortina de su vestido, y sin embargo estamos en medio del renacimiento. Este es el estilo grotesco, utilizado como un discurso directo al rey en el siglo XVI.

Lleva un turbante en la cabeza, recordando el rango de princesa Sarazine, pero también la rica industria textil que hace rica a la ciudad.
Tiene un pecho generoso en referencia a la maternidad.
Y sobre todo esta inscripción en latín
Sum Carcass que significa “Yo soy Carcas”

El mensaje es claro
Señor’ no importa lo próspera y protestante ciudad baja, el origen de Carcasona es la ciudad y la ciudad sigue siendo católica!

Sí es el símbolo de Carcasona porque la ciudad siempre ha conocido esta dualidad, Bastide, ciudad, ciudad baja y ciudad alta, la ciudad de la gente y la ciudad del poder, ciudad protestante contra la ciudad católica, hoy la ciudad cotidiana frente a la ciudad Turística. Y en el medio, el viejo puente, que a lo largo de los siglos ha sido testigo de todas sus peleas y reconciliaciones.

CACASO SUMA.

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